El tratamiento estético con bótox es uno de los más demandados en las clínicas estéticas de nuestro país desde hace muchos años. Pese a ello, muy pocas personas conocen de primera mano las condiciones óptimas para usarlo y los posibles efectos secundarios del bótox.
El bótox o toxina botulínica se inyecta en la piel con la finalidad de eliminar las arrugas de expresión de manera temporal. Esto se consigue debido a la propiedad que posee de evitar que el músculo se contraiga, es decir, lo paraliza para que no se forme la arruga. La duración del tratamiento oscila entre los cuatro y los seis meses, por lo que la mayoría de los pacientes vuelven a acudir a una sesión cuando este tiempo pasa.
El resultado de este tratamiento parece lo ideal si hablamos de eliminar las arrugas del rostro y rejuvenecer nuestras facciones. Lo que no todo el mundo sabe de primeras son los posibles efectos secundarios del bótox en nuestro organismo. A continuación te explicamos cómo puede afectar la aplicación de esta toxina si no tenemos en cuenta los cuidados necesarios.
Los efectos secundarios del bótox en nuestro cuerpo
Reacciones alérgicas
Este efecto secundario es perfectamente evitable si nos ponemos en manos de un buen profesional que previo a la inyección del bótox nos realice una prueba.
Algunos de los posibles síntomas de una reacción alérgica al bótox son:
- Tos.
- Dolor de garganta.
- Urticaria.
- Fiebre.
- Pérdida de la sensibilidad de la piel.
Caída de los músculos faciales
Si el especialista no tiene en cuenta los rasgos naturales del paciente se pueden llegar a cambios bastante violentos en la expresión, ya que una aplicación errónea del bótox paraliza el músculo y modifica las facciones.
Problemas oculares
La aplicación incorrecta del bótox también puede dar lugar al bloqueo de músculos que tienen que ver con la vista y los ojos, ocasionando problemas como:
- Caída del párpado.
- Lagrimeo en exceso o por el contrario, ojos secos.
- Daños en la córnea.
- Mareos.
- Debilidad en los músculos faciales.
- Estrabismo.
- Visión borrosa.
Daños en la pared de la vejiga
Como bien es sabido, el bótox puede utilizarse para tratamientos más allá de la estética. En el caso de los tratamientos para las paredes de la vejiga, los posibles efectos secundarios consisten en necesidad de orinar más veces de lo normal a lo largo del día, incapacidad de vaciar la vejiga, retención de orina o hematuria.
Daños en las axilas
En el tratamiento para la hiperhidrosis axilar (sudoración extrema) pueden aparecer los siguientes efectos secundarios:
- Picor.
- Dolor de cabeza.
- Mal olor.
- Pérdida de pelo.
- Aumento del sudor en la axila.
- Aparición de bultos.
Como conclusión debemos señalar que el uso de la toxina botulínica debe realizarse con extremo cuidado y a manos de un profesional cualificado, ya que una incorrecta aplicación del mismo puede llevar a todos estos efectos secundarios del bótox.